Principios de análisis instrumental

866 Capítulo 34 Determinación del tamaño de partícula <« fútbol americano mal lanzado. La herida de entrada de Connally no era un agujero redondo, lo cual podría haber sido resultado de una bala desestabilizada por atravesar la espalda y el cuello de Kennedy. La bala podría haber atravesado entonces a través del pecho de Connally para finalmente golpear su muñeca. Los inves– tigadores concluyeron que la teoría de una sola bala podría ser bastan te factible. Los Haags también dispararon balas de un rifle similar al que utilizó Oswald y encontraron que se podrían haber dispa– rado tres tiros fácilmente en el tiempo que dura la grabación. El equipo también utilizó escaneo láser de tres dimensiones para examinar las hipótesis de desviación de la bala y los posibles tiros desde el montículo de pasto. Sus resultados sugieren que el primer tiro disparado por Oswald falló totalmente y que el segundo tiro hirió al presidente, golpeando únicamente tejido blando antes de golpear a Connally. El tiro fatal impactó a Kennedy en la cabeza, dónde golpeó los huesos del cráneo, desviándose rápidamente o perdiendo su capucha metálica para exponer el centro blando de plomo. Llegaron a la conjetura de que la bala disparada a la cabeza comenzó a fragmentarse y deshacerse. Los Haags concluyeron entonces que la evidencia física apoya la teoría de que una misma bala golpeó a Kennedy y Connally, de que el tiro a la cabeza hirió fatalmente al presidente, y de que no se disparó ningún tiro desde el montículo de pasto. Conclusiones Los diversos estudios y la evidencia científica no han conseguido llegar a una conclusión universalmente aceptada con respecto al asesinato de Kennedy. Como en muchos casos en la ciencia forense, la evidencia científica por sí sola no cuenta la historia completa y sigue siendo cuestionada debido a las coincidencias en los estudios de dos elementos y a la homogeneidad en la frag– mentación de las balas. Desafortunadamente, los programas de televisión (CSI, Ley y el Orden, etc.) condicionan a las personas a esperar que la ciencia forense pueda resolver los casos obteniendo conclusiones tajantes. Hoy en día, los jurados esperan que la evi– dencia presentada en los juicios sea irrefutable, sin embargo, esto raramente ocurre. El asesinato de Kennedy ilustra la manera en la que los resultados científicos suelen estar abiertos a interpretación aun cuando son exactos. Más aún, mientras que algtmos misterios históricos pueden ser resueltos con los avances científicos y tecno– lógicos modernos, otros pueden permanecer sin resolver debido a las incertidumbres inherentes de las muestras originales. /

RkJQdWJsaXNoZXIy NDIxNDk4