Principios de análisis instrumental
554 Capítulo 21 Caracterización de superficies por espectroscopia y microscopía «< Evaluación de la autenticidad del mapa de Vinland: los análisis de superficie al servicio de la historia, el arte y las ciencias forenses EL mapa de Vinland El polémico mapa de Vinland salió a la luz en los años cincuenta del siglo xx, cuando una biblioteca privada lo puso a la venta en Europa y con el tiempo lo compró un tratante de libros raros de New Haven, Connecticut. Fue donado a la Universidad de Yale en 1965 y su actual dueño es la biblioteca de esta misma universidad. Como se puede ver en la figura IA3.1, el Vinland es un mapa al estilo medieval del Nuevo Mundo en el que se muestra una gran isla en el océano Atlántico llamada Vinlandia Insula, la cual se parece en general a la parte noreste de Norteamérica (Vinland). El mapa fue dado a conocer al mundo en 1965 junto con un docu– mento desconocido que databa de alrededor de 1440 titulado "Tartar Relation': Si fuera genuino, significaría que una gran parte de América del Norte era conocida para los europeos occidentales antes del descubrimiento de Cristóbal Colón. El interés sobre la autenticidad del mapa aumentó cuando se descubrió que los agujeros hechos en el mapa se alineaban exac– tamente con aquellos abiertos en el "Tartar Relation" y con los de otro documento medieval auténtico, el "Speculum Historiale': Se pensó que el mapa podría haber estado encuadernado con estos dos documentos alguna vez. Durante mucho tiempo se creyó que el mapa era auténtico, hasta 1974, cuando la biblioteca de Yale contrató a un grupo de análisis de superficies, McCrone Associates, para que efectuara un examen minucioso. Desde entonces, los científicos utilizaron una amplia variedad de técnicas para investigar el pergamino y la tinta que se utilizó en el mapa. Como se reflexiona en lo que sigue, muchas de las mediciones señalan que el mapa es un fraude. No obstante, no todos los científicos están de acuerdo, y todavía per– sisten varias preguntas. Técnicas instrumentales Para su investigación detallada sobre el mapa, McCrone Asso– ciates1 efectuó un cuidadoso examen preliminar mediante un microscopio óptico. Dicho examen reveló que el dibujo consis– tía en un mapa al parecer trazado a mano con tinta negra sobre pergamino. El contorno está rodeado con una capa subyacente de color amarillo pálido, la cual es característica de los manuscritos antiguos. Una observación clave muy al principio fue que el con– torno negro no tenía un registro perfecto con la capa subyacente de color amarillo. Entonces el mapa fue sometido a un examen con microsco– pio de luz polarizada para buscar la probable presencia de par- 1 W. C. McCrone, Anal. Chem., 1988, 60, p. 1009, DOI: 10.10211/ac00161a013. tículas de calcita y dióxido de titanio (Ti0 2 ), tal vez anatasa. Estas observaciones apuntaban también a que las partículas de anatasa podrían ser similares a las de los pigmentos blancos comerciales producidos desde el inicio del siglo xx. Luego del examen micros– cópico, las partículas de varias partes del mapa fueron sometidas a varios métodos ultramicroanalíticos. Las mediciones del polvo por difracción de rayos X (sec– ción 12D.1) se ejecutaron en muestras de subnanogramos de la capa del pigmento amarillo, lo cual confirmó la presencia tanto de calcita como de anatasa. Las partículas de los pigmentos fue– ron examinadas con un microscopio electrónico (sección 21F.2) equipado con un sistema de detección de fluorescencia de rayos X (sección 12.3). Las partículas del pigmento amarillo mostraron una concentración relativamente alta de titanio, y las partículas negras mostraron altas concentraciones de hierro y de cromo. Mediante el microscopio de transmisión de electrones (sección 21F.2) se comparó la forma de las partículas y la distribución del tamaño de la anatasa proveniente -del mapa de Vinland con las del producto comercial. Estos resultados también hicieron pensar que las partículas de anatasa tenían un origen moderno. La microsonda de electrones (sección 21F.1), que tiene la capacidad de realizar análisis elementales de muestras en femto– gramos con un diámetro de haz de 1 m, se utilizó para mostrar que el pigmento amarillo tenía cantidades importantes de titanio, pero que ni el pergamino ni el pigmento negro lo contenían. El análisis con microsonda de iones (sección 21D.1) de muestras del pigmento proporcionó resultados consistentes con los de la micro– sonda de electrones. También se utilizó la microsonda de iones para comparar los pigmentos del mapa de Vinland con las tintas de la "Tartar Relation" y el "Speculum Historiale". Los resultados obtenidos en el mapa no concuerdan con los de ambos docu– mentos ni con ninguna tinta conocida. McCrone concluyó que el mapa era un astuto fraude producido al dibujarlo con el pigmento amarillo que contenía anatasa, y que después fue remarcado con una tinta negra hecha de carbón. Esta conclusión pareció haber sido desencadenada por la falta de registro o coincidencia de las capas amarilla y negra y fue consistente con todos los resultados ultramicroanalíticos. Un grupo multidisciplinario encabezado por Cahill aplicó técnicas de emisión de rayos X inducida por partículas (sección 12C.1) para determinar que aunque, de hecho, el titanio estaba presente en el pigmento amarillo del mapa de Vinland, sólo había cantidades diminutas, mucho menos de lo que sería coherente con la impresión dada por los resultados iniciales del grupo de McCrone. 2 El grupo de Cahill, que ya antes había probado cien– tos de manuscritos antiguos, había detectado niveles similares de titanio en varios documentos indiscutiblemente medievales escritos en pergamino. En su informe, McCrone 3 refutó el estudio de Cahill al plantear que aunque la técnica de emisión de rayos X inducida por partículas era un método para análisis de canti- 2 T. A. Cahill et al., Anal. Chem., 1987, 59, p. 829, DOI: 10.1021/ac00133a009. 3 Véase nota l.
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